La comunidad del Vergel está atravesando un período electoral sumamente complicado, marcado por una grave crisis de violencia que ha generado una atmósfera de miedo y tensión entre sus habitantes.

 En los últimos días, las redes sociales se han convertido en el principal medio para dar a conocer las acciones intimidatorias que algunos actores políticos han emprendido contra la ciudadanía.

Militantes del partido Movimiento Ciudadano han sido señalados por iniciar una campaña de terror contra las familias del Vergel. 

Según testimonios compartidos en plataformas digitales, sujetos vinculados a este partido han visitado numerosas viviendas, amenazando con golpear a aquellos que no voten por su candidato.

 La situación alcanzó un punto crítico cuando dos representantes de la etnia local fueron brutalmente levantados, torturados y amenazados. Por temor a represalias, estas víctimas no han presentado denuncias formales, lo que resalta el ambiente de impunidad y miedo que prevalece en la comunidad.

Además de las agresiones físicas, la campaña electoral en el Vergel también está marcada por una intensa guerra sucia. 

Los seguidores del Movimiento Ciudadano han difundido rumores y acusaciones contra  candidatos de otras fuerzas políticas,  señalándolos de realizar actos intimidatorios. Sin embargo, numerosos pobladores han desmentido estas acusaciones, calificándolas como totalmente falsas y parte de una estrategia para desprestigiar al contrincante.

La comunidad del Vergel se encuentra en una encrucijada. Por un lado, el miedo y la violencia están coartando el derecho de los ciudadanos a participar libremente en el proceso electoral. 

La necesidad de una intervención efectiva para garantizar la seguridad y la justicia es más urgente que nunca.

Organizaciones civiles y defensores de los derechos humanos han alzado la voz, exhortando a las autoridades estatales y federales a intervenir de manera inmediata para proteger a los ciudadanos del Vergel.

 La comunidad demanda un proceso electoral transparente y seguro, donde los votantes puedan ejercer su derecho sin temor a represalias.