Jesús Francisco Lujan Vazquez

Este 4 de enero se conmemoro el día nacional del periodista, fecha en la que se supone se reconoce a los profesionales que se dedican a la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad de expresión a través de cualquier medio.

Nuevamente como en otros años, la cuestión se volvió a plantear y a discutir de manera bipolar;

·  Solamente se escucharon las voces de quienes están de acuerdo con la política del gobierno en esta cuestión y que por lo tanto reconocen y alaban a los periodistas y a la libertad de prensa que aparentemente se goza en México.

· Y no a las voces de quienes sostienen o sostenemos que la tal libertad está perfectamente controlada y dosificada por el mismo gobierno.

Todo mundo sabe y conoce que en todos los gobiernos anteriores y ahora con López Obrador han tenido a los medios masivos de comunicación controlados y a los periodistas (salvo honrosas excepciones) comprados para que no digan, señalen, investiguen y publiquen lo que realmente sucede en el país, sin embargo, hay un aspecto que nunca o rara vez se toca y que por su importancia reviste la esencia misma de lo plasmado en la constitución mexicana.

Me refiero, a la falta de libertad de expresión que padece la inmensa mayoría de los ciudadanos mexicanos, para quienes la posibilidad de acceder a los paginas de los periódicos y revistas (ya no digamos radio y televisión) para exponer sus sufrimientos y problemas, para hacerse oír y protestar en contra de las injusticias y abusos del poder es prácticamente inexistente, aunque algunos argumentan que la existencia de las redes sociales se lo permitirán, también estas han sido cooptadas y con la utilización de las granjas de bots mantienen al pueblo mal informado y manipulado; todo esto a pesar de la actividad y actitud de algunos periodistas honestos que participan en los medios masivos de información y en las propias redes sociales

Otro aspecto a resaltar es la violencia impulsada desde la mañanera contra los medios y periodistas con el fin de acallarlo, un día sí y otro también el presidente  agrede y estigmatiza e incluso amenaza a aquellos que han osado contradecirlo.

El propio gobierno ha informado que existen 1600 personas inscritas en el mecanismo de protección para defensores de los derechos humanos y periodistas, pero a pesar de ello, en lo que va del gobierno de López Obrador han asesinado a 58 periodistas, por lo mismo México se mantiene como uno de los países más peligrosos y mortíferos del mundo para los periodistas; López Obrador desde el 2018 no ha emprendido las reformas y acciones necesarias para frenar la espiral de violencia contra los periodistas.

Finalmente, lo antes dicho nos permite tener una idea clara de lo que pasa con los periodistas y los medios de comunicación en este sexenio. En primer lugar, tenemos a quienes se desviven glorificando y ensalzando de forma por demás asquerosa las acciones del gobierno y no les importa que la realidad día con día desdiga con hechos y datos que están equivocados. Por otro lado, quienes a pesar de ser satanizados, amenazados y amedrentados han podido publicar a medias los hechos y acciones que demuestran que el actual gobierno se ha convertido en un estado fallido, sin embargo, de alguna manera han seguido y se han plegado a la agenda impuesta desde la mañanera. La gravedad de esto ha implicado que desaparezcan de la vida pública de los mexicanos noticias tales como: la muerte de más de 800, 000 personas en la pandemia derivada de la mala estrategia de salud aplicada por el gobierno, la muerte violenta de más de 170,000 personas y 60,000 desaparecidas ocasionadas por las organizaciones criminales, la muerte de 26 personas con la caída de la línea 12 del metro, el fraude de SEGALMEX por más de 10 mil millones de pesos, y la corrupción galopante en donde se involucra a la familia presidencial.

Además, existen inmensidad de problemas que han sido acallados mediante los métodos aquí señalados.

Por ello felicito a todos los periodistas que con su actuar hacen posible conocer lo que acontece en México en general y en la región en particular y especialmente a todos los compañeros de Expresión Libre Parral.