POLÍTICA REAL

La violencia azota a los mexicanos, las muertes violentas ya sobrepasan las 153,000 víctimas, cifra superior a las muertes que se padecieron en los mismos periodos de tiempo en sexenios anteriores.

Está violencia aterradora no la sufría el país desde la Revolución Mexicana.

Todo mundo está de acuerdo y presupone como causas la pobreza, la desigualdad social, la educación excluyente, pero ante todo a la impunidad; porqué el actual gobierno de la 4T, renunció a ejercer los derechos y a cumplir con las obligaciones Constitucionales que la carta magna le impone a la autoridad para combatir sin distinción alguna todo tipo de delitos.

Lo anterior viene a cuento porqué el pasado 12 de abril masacraron a una familia en el estado de Guerrero. Fueron asesinados Conrado Hernández y Mercedes Martínez junto a su pequeño hijo Vladímir de apenas 7 años de edad y que de acuerdo a la autopsia de ley, al matrimonio le arrancaron la vida a golpes y el pequeño fue asfixiado.

Este fue un crimen atroz, brutal, que denuncia y exhibe el grave peligro que corremos todos los mexicanos si no se cambia la manera de conducir al país, cambiando radicalmente la estrategia de abrazos y no balazos.

Cabe destacar que el matrimonio pertenecía al comité estatal de antorcha campesina (Organización política mexicana de carácter nacional con ideología de izquierda) en el estado de Guerrero.

A Conrado, a Mercedes y al pequeño Vladímir, es de fundamental importancia decirlo y repetirlo, no fueron víctimas de la violencia aterradora, no los mató el crimen organizado por alguna Vendetta, no los mataron para robarles nada, porque nada tenían, ni los mató una bala perdida, los masacraron por sus ideales políticos, por ser luchadoras sociales y combatientes de la primera línea en contra de la pobreza. Esa que azota a los Guerrerenses y el gobierno actual no cura.

Ante este crimen las autoridades del estado de Guerrero guardan un sospechoso y cómplice silencio, que dan pie a inferir que detrás de la masacre hay intereses políticos inconfesables que tienen que ver con quiénes gobiernan Guerrero.

Por esto, la sociedad en general debe solidarizarse y sumarse a la exigencia del esclarecimiento de este hecho para que se castigue a los autores intelectuales y materiales del mismo.