Sota, Caballo y Rey.

El trabajo de investigación dio fruto, la felicitación de Mayorkas a los intrépidos y valientes agentes del FBI fue espontánea, fresca y de regocijo, pero desmiente lo informado por USA y el embajador Ken Zalazar. 

Entraron por ellos, los raptaron, pero fueron apoyados por gente del gobierno que sabe que tiempo después va a necesitar toda la ayuda de los gringos para proteger su propia historia. La traición pavimentó el futuro de una familia que podría terminar acusada más allá de la frontera. Lo malo es que no le pidió permiso a quien debía; tal vez eso justifica que mencionen “traición a la patria”. AMLO y la Presidente ya saben todo, pero no desean una confrontación abierta por soberanía, no le conviene a México ni a los Estados Unidos. Apechugar es lo que queda. A menos que AMLO quiera tomar la opción para un blindaje tipo 7.