Irvin Omaet Alemán Hernández.

Sin importar lo que vaya a hacer, prepárese para lo peor. Lo sé, lo sé, suena triste y devastador, pero es todo lo contrario; este consejo va para evitarle llevarse tragos amargos en el momento más inoportuno. Permítame explicarme, para toda idea que tenga, para cualquier proyecto que quiera emprender, la carrera que quiera estudiar, etc. piense en el peor escenario posible. Es muy fácil pensar que si estudia una ingeniería va a terminar de gerente de una multinacional, que si estudia filosofía va a terminar de catedrático en la universidad más prestigiosa del país o escribiendo un tratado sobre la moral, que si pone su negocio de tamales va a sacar una camioneta del año a los dos meses o que si se va al extranjero a trabajar se volverá millonario gastando en pesos y ganando dólares o euros. Sin embargo, piense que estudiando una ingeniería puede terminar trabajando en una maquila que le mal pague y explote; piense que si estudia filosofía puede terminar dando clases en un bachillerato, que su negocio de tamales no va a ver ganancias y tendrá que comer tamales por un mes entero o que todo el dinero que gane en el extranjero se le va a ir en sólo la renta y comida porque la vida es extremadamente más cara. Piense que en cualquier camino que escoja, existe la posibilidad de que todos los días llegue cansado a su casa, que le duelan los pies, que tenga sueño todo el tiempo, apenas tenga tiempo o dinero para comer. Y con todo y eso, tiene que limpiar la cocina, la sala, su habitación, el baño, cocinar, lavar trastes, etc. Piense en ese escenario lleno de trabajo y estrés, una vez que lo haya hecho hágase las siguientes preguntas ¿Vale la pena tomar ese camino? ¿Está dispuesto/a a sufrir todo eso para llegar a su meta? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuál es el plan de respaldo? Tenga en cuenta también que todo ese sufrimiento, todo ese dolor, es para llegar a lo mejor, para ver su meta cumplida. Si usted quiere ponerse en forma, piense que le dolerá el cuerpo y no podrá comer burger king todos los días; si desea terminar una carrera muy difícil, piense que tendrá que sacrificar fines de semana de fiesta. ¿La meta le sigue pareciendo suficiente? Sólo usted lo sabe, sólo usted sabe qué tanto va a dar por su sueño, pero la gloria personal y el honor que usted mismo/a se otorgará serán inigualables. Si después de preguntarse todo eso, usted tiene el convencimiento de que ese es el camino que quiere seguir, felicidades, ha encontrado una muy buena opción, porque incluso en el peor de los casos, usted tiene la disposición de seguir adelante.Incluso si decide no seguir adelante, el golpe no será tan duro como si jamás hubiera pensado en esa posibilidad. Siempre espere lo mejor, pero prepárese para lo peor.