Héctor Chávez

Queridos amigos parralenses, hoy me dirijo a ustedes como un ciudadano más, un compañero preocupado y esperanzado por el futuro de nuestra amada ciudad.

Recordemos nuestro ilustre pasado, la cuna de héroes como Pancho Villa, quien aportó una luz de esperanza durante tiempos oscuros. Su valentía y espíritu de lucha son un legado que aún vive en cada uno de nosotros. Pero hoy, es necesario analizar si estamos honrando este legado de la manera correcta.

En los últimos años, hemos visto cómo nuestra ciudad ha enfrentado desafíos significativos. La calidad de las obras públicas ha disminuido y los signos de deterioro se hacen evidentes. También se percibe una falta de transparencia en decisiones que deberían beneficiar a todos, pero parecen favorecer solo a unos cuantos.

Recuerdo un tiempo cuando un líder emergió prometiendo cambio y renovación. Con la intención de liberarse de la política tradicional, nos hizo creer en una nueva era. Pero, poco a poco, esa imagen se desvaneció. El discurso de independencia se eclipsó por juegos de ajedrez político, donde peones, torres y alfiles se movían a voluntad de un jugador invisible.

Es inquietante escuchar rumores, susurros sobre cómo se juega con el destino de nuestra ciudad. Si bien nunca hay que tomar rumores como hechos, sí invitan a la reflexión. Es un recordatorio de que, como ciudadanos, tenemos el derecho y la responsidad de exigir transparencia y justicia.

La historia de Parral está llena de figuras que han contribuido a construir un México mejor. Personajes de renombre nacional e internacional que nos recordaron el poder de la resistencia y la lucha por la justicia. ¿Estamos honrando esa tradición hoy? ¿Estamos permitiendo que la semilla de la justicia, plantada por nuestros antepasados, florezca?

Es necesario un cambio, mis amigos. Necesitamos que nuestras decisiones, nuestras acciones, reflejen la fuerza y la resistencia de nuestros antepasados. Tenemos el deber de exigir transparencia, de luchar contra la corrupción y de buscar siempre el bienestar de todos.

Estoy convencido de que, juntos, podemos lograrlo. Unidos, podemos superar cualquier adversidad. Pero debemos ser conscientes de que el cambio no llegará de la noche a la mañana. Necesitamos paciencia, persistencia y, sobre todo, la voluntad de actuar.

Recuerden, amigos, que somos hijos e hijas de la resistencia. Somos los herederos de la lucha por la justicia y la equidad. Es nuestro deber honrar ese legado, continuar la lucha y construir un Parral del que todos podamos sentirnos orgullosos.

Así que, les invito a reflexionar sobre nuestra situación actual. Es momento de despertar y luchar por un futuro mejor. Aprendamos de nuestro pasado, honremos a nuestros antepasados y trabajemos juntos para construir un futuro más brillante para todos nosotros.

Adelante, Parral, ¡es nuestra hora! Juntos, podemos marcar la diferencia. Tenemos la capacidad y la responsabilidad de construir un futuro mejor para nuestra ciudad y para las próximas generaciones. Que la lucha por la justicia y la equidad continúe.

Nosotros, los parralenses, tenemos la capacidad de cambiar nuestra realidad. No olvidemos que somos descendientes de revolucionarios, de personas que nunca se rindieron frente a la adversidad. Sigamos su ejemplo y luchemos por un futuro mejor para todos nosotros. ¡Vamos, Parral, es nuestra hora!