Sota, Caballo y Rey

Dos de octubre, no se olvida. La cruenta acción de un gobierno autoritario acabó con los noveles sueños de los jóvenes que buscaban un lugar entre una sociedad que no existía, que no existe y que no existirá mientras no construyamos ciudadanos y reconstruyamos las instituciones. Ciudadanos nunca hemos tenido en su concepto más amplio, con las instituciones hay empezar de cero porque las han destruido. Todo partido, toda religión, todo ser humano bueno o malo, cuando hable de nuestra salvación, y se ofrezca para encabezar la salvación, está mintiendo. Un buen gobernante es el menos se ve, pero que mucho se siente.  Nunca hemos tenido uno. Dos de octubre, hoy recordemos a los mártires de un gobierno autoritario, un hombre de estado llega a la práctica política para alcanzar consenso entre personas que piensan diferente, jamás para confrontarlos o dividirlos. El diálogo es su arma, no la obediencia ciega.