Jesús Francisco Luján Vázquez

Aunque nuestros sentidos no perciben los pensamientos de los demás hombres, si percibimos claro esta sus actos, su conducta, también escuchamos el lenguaje con que se expresan y su actuar e interrelación con el mundo que nos rodea. Es decir, que la actividad de los individuos, el tipo de relaciones que entablan entre ellos, sus relaciones mutuas, así como su conexión con el medio ambiente ponen de manifiesto de manera general los rasgos esenciales de su conciencia (ideas religiosas, morales, filosófica, políticas, etc.).  También es cierto y una verdad inexcusable que, en la mente del pueblo llano y de muchos intelectuales, esta la idea de que la mentira consciente como arma política para desprestigiar al oponente, para ganar adeptos y conseguir así sus objetivos propuestos, es una característica del fascismo y por consiguiente ajena a las demás corrientes del pensamiento.  Eso no es así. El uso de la mentira en el quehacer cotidiano de las organizaciones e individuos no es como muchos piensan, un problema ético o moral que pueda eliminarse con invocaciones a los buenos modales y a conducirse bajo los altos principios éticos. Por el contrario, el uso premeditado de la mentira para conseguir determinados objetivos programados de antemano previamente es una necesidad que se impone, la mayoría de las veces, por encima de la moral y los buenos deseos de dichas organizaciones e individuos.  Esto sucede casi siempre por que existe un desface entre los deseos, planes y propósitos de los individuos o los grupos, de un lado y la realidad objetiva del otro.  En efecto, no es difícil entender que cuando la realidad material contradice en alguna medida los deseos, objetivos, propósitos e ideas de alguien, y ese alguien carece de voluntad o capacidad para modificar sus ideas en función de la verdadera naturaleza de los acontecimientos, no le queda de otra que transformar la realidad en su cabeza y adecuarla por esa vía a sus propósitos, ese y no otro es el origen de la mentira.  De aquí se deduce que el uso premeditado y sistemático de la mentira no solo tiene un carácter fascista, sino además el carácter erróneo, falso y dogmático de los individuos u organizaciones, de donde se desprende también la inviabilidad practica y decadente de su proyecto político.  Lo expuesto hasta aquí viene a cuento porque un día sí y otro también los medios de comunicación (los mas honestos) dan a conocer la situación económica, social y política de nuestro país, según estos datos el panorama nacional (según estos datos) es aterrador y catastrófico; en el sexenio de López obrador y como resultado de la mala estrategia de atención a la pandemia según cifras del coneval la población en pobreza extrema creció en 4.6 millones , esto a pesar de los apoyos asistenciales y las remesas que aumentan el consumo y atemperan los efectos de la pobreza extrema.  El crecimiento económico prometido por el Macuspano fue del orden del 6% anual en promedio, sin embargo, según los propios datos oficiales solo alcanzo como promedio sexenal el 0.8% el menor desde la presidencia de miguel de la Madrid. En salud la situación no esta mejor, sobre todo con la desaparición del seguro popular que atendía a 30 millones de mexicanos sin seguridad social, con ello la cifra de personas sin atención medica creció a 50 millones; en cuanto a empleo se refiere presentaron cifras muy halagüeñas, nos dicen que crearon 2,4 millones de empleos para llegar a una cifra de empleados de 22,4 millones, sin embargo de esos el 54% eran empleos informales, que como es obvio no cuentan con los derechos laborales y sin seguridad social, la violencia e inseguridad provocada por los carteles de la droga y ante todo por la falsa o consciente estrategia de abrazos y no balazos que posibilito el crecimiento de dichos grupos y su expansión a prácticamente todo el territorio nacional, la actuación de dichas organizaciones criminales dejo como saldo 200,000 muertos, mas de 60,000 desaparecidos y no hablemos de lo que le cayo como anillo al dedo a López Obrador, la pandemia del COVID que dejo mas de 800,000 muertos aunque las cifras oficiales . han sido maquilladas.  Todos estos hechos, hay que decirlo y repetirlo son incuestionables, documentados estadísticamente, obtenid0s de instancias oficiales o en instituciones públicas, además son del dominio de la opinión pública, aunque el expresidente lo negara y dijera que él, tenía otros datos, en un acto de deshonestidad intelectual que asombra por su insensates y su falta aparente de racionalidad.  Si los planteamientos que se hicieron o sirvieron de introducción fueran ciertos no cabria la menor duda que nos encontramos ante un político y su partido no solamente desfasado frente a las necesidades y requerimientos de la realidad nacional y no solamente equivocado en sus planteamientos programáticos y tácticos, sino lo que es peor imbuido en un dogmatismo que lo imposibilita a corregir sus errores, ante todo y frente a la capacidad de mentir y trastocar la realidad para engañar y manipular a su antojo al pueblo que dice representar, cayendo en una de las máximas fascistas “ que una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad” en los pocos días que lleva en el poder la heredera va por el mismo camino. Esta táctica la seguirán utilizando mientras que el pueblo trabajador no despierte, se concientice y se organice para tomar el poder en nuestra patria.