Lo que Occidente le debe al pueblo Ruso
17 de marzo de 2025

Primera parte

En el proceso de desarrollo de una sociedad, los fenómenos se hayan en una acción mutua, concatenada y lo que en determinadas circunstancias actúan como efectos, en otras se comportan como causas, pudiendo ejercer a su vez una acción inversa sobre la base que lo engendro, sin embargo, en el entrelazamiento histórico de los fenómenos sociales corresponde la primacía, la función determinante, a las condiciones materiales de existencia y a las fuerzas motrices del desarrollo social. A su vez, para estudiar este proceso se requiere hacerlo en el tiempo, es decir en su historia (en el ayer, en el hoy y vislumbrar el mañana; se requiere pues, poner de manifiesto, ante todo la historia de toda la sociedad en su conjunto incluyendo claro está, la cultura, el arte, la moral y el aspecto espiritual de la misma.
“Quien piensa en el pasado, también tiene en mente el futuro. Quien piensa en el futuro no tiene derecho a olvidar el pasado”
La invasión Napoleónica a Rusia
Después de la revolución francesa la intención de las monarquías europeas fue la de evitar a toda costa su propagación, pero este pronto se convirtió en detener de igual manera la expansión del imperio Napoleónico, puesto que Napoleón Bonaparte después de haber invadido y conquistado varios países europeos y de establecer un bloqueo naval y económico a Inglaterra se auto proclamo en emperador de Francia.
Rusia era de los pocos países que no estaban bajo su dominio y arguyendo la violación de un acuerdo previo con el Zar Alejandro I de participar en el bloqueo a Inglaterra, compromiso establecido en 1807 después de haber sido derrotadas las fuerzas rusas en Polonia, la invadió.
El 24 de junio de 1812 mando de 691,500 hombres piso el suelo Ruso, el mayor ejercito jamás visto, por ello, sus movimientos fueron demasiado lentos y sus necesidades enormes sobre todo el agua por ser verano, con ello, iniciándose de inmediato los problemas de logística, además, el ejército del Zar no les oponía resistencia, solo hasta el 17 de agosto se llevó a cabo la batalla de Smolensko y el 7 de septiembre la sangrienta batalla de Borodino con bajas de 40 000 soldados rusos y de 20 000 franceses, de ahí en adelante el ejército y el pueblo ruso siguieron la táctica de “tierra arrasada” quemaban sus chozas, las cosechas, los forrajes, destruían puentes, dejando el camino libre a Moscú al ejército francés, pero que, era constantemente hostigado en sus flancos y la retaguardia por los destacamentos irregulares creados por los campesinos, realizando así, una guerra de guerrillas propiamente dicha.
Napoleón encontró Moscú abandonado, quemado, destruido y de los 275 mil habitantes solo quedaban 16 000 pero unos eran extranjeros, otros delincuentes y enfermos, además, sin agua, sin alimentos y con pocos refugios donde pernoctar. Desde el punto de vista táctico Napoleón se quedó inexplicablemente 6 semanas en Moscú esperando que el Zar Alejandro I le contestase la correspondencia que le enviaba y que nunca lo hizo y con el invierno encima,
por ello, el 19 de octubre ordenó la retirada, cuando ya las temperaturas eran de menos 4 grados centígrados y los soldados sin ropa de invierno, hambrientos, enfermos de tifus, con las extremidades congeladas y los constantes ataques de los guerrilleros y de la caballería ligera rusa, perdieron la diciplina, transformándose aquello en sálvese el que pueda. La batalla decisiva en territorio ruso fue en Berezina entre el 26 y el 29 de noviembre de 1812 después de esta, de los 695000 soldados franceses que invadieron rusia solo salieron menos de 100 000, mientras que los rusos tuvieron cercas de 450 000 bajas.
Napoleón Bonaparte había sido derrotado por el ejército y el pueblo ruso al mando del general Mijail Kutuzov y después en la batalla de las naciones llevada a cabo en octubre de 1813 en Paris fue nuevamente el ejército ruso quien lo derroto e hizo prisionero; este se había fortalecido después de la debacle en suelo ruso con 400 000 soldados provenientes de las naciones que aún tenía bajo su dominio.
La derrota de Napoleón en Rusia conllevó prácticamente a la caída del imperio napoleónico, liberándose todas las naciones bajo su dominio, además, indirectamente sirvió para que las naciones hispanoamericanas se independizaran, extendiéndose con ello el sentimiento republicano y apareciendo el fervor nacionalista, ambos ideales de la revolución francesa, pero también coadyuvo al ascenso de Inglaterra como primera potencia.


La Expresión Continúa...

