Sota, Caballo y Rey

Marcos, Marcos un incordio para uno y para otro. Quién, quien iba a pensar, quien iba a pensar… que Marco fuera a ser un incordio para el otro Marco, por fechorías cometidas en el pasado reciente por Alejandro Domínguez. Nunca esperó Bonilla tener que trabajar para sacar adelante a quien le pegó a su jefa, y combatir a quien fuera compañero de partido de su hoy defendido: Alex. Su tocayo Marco Quezada. El nunca bien ponderado distrito octavo pone en peligro a todos, y en posibilidad al ex compañero de José Reyes y al ex amigo traidor de Maru. Marco Quezada y el Pelón La Torre, en ese orden. Jorge Soto, otro que busca fuero por traidor, recibe de su perseguida un premio al estilo Estocolmo con la 1a pluri local. Es tiempo de que Maru aterrice y ponga los pies en el piso, ella sabe y cuando se lo propone, sabe. El glamur amenaza derrotas, que dependen de ella, aunque Bonilla preferiría trabajar solo, pues a lo mejor la jefa le estorba con las estrategias que sugiera. El grupo tradicional que decide hizo su cochinero acostumbrado y puso en peligro todo el proyecto. Empezando por Xóchitl y le sigue Maru con los peligros de que su segunda parte de gobierno tenga Congreso en contra y mayoría de municipios también contrarios, en otra palabras se avecina un desastre y sus mejores operadores no están disponibles; unos recluidos por las traiciones y otros entretenidos con el pito y la macana. Mal augurio para Maru. El único que puede crecer es Tony Meléndez y el día de mañana les puede arrebatar el dulce.