Sota, Caballo y Rey

El exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, explicó con una amañada historia en ‘Aristegui En Vivo’ que la atorada que le dio el ex Secretario General de Gobierno Raymundo Romero de 78 años, y el par de cachetadas que le propinó el yerno Fernando Reyes, fueron ordenados por la Gobernadora María Eugenia Campos. Corral se hace tonto sólo y usa a su amiga Aristegui para mentir. Lo cierto es que sus abusos, extorsiones, tortura e injusto encarcelamiento de los acusados en los expedientes X que le ganaron todos los juicios amañados por la vía de los amparos, donde lo ven lo cachetean porque no se defiende y la vergüenza de recibir cachetadas es por que al hombre que se defiende se le da un puñetazo. Lo cachetean por maldito, por sádico y por haber instalado un circuito de TV para ver a los presos desnudos. Nomás daba la orden y los carceleros le ponían en bandeja su gozo escatológico. Pretende engañar a los escasos amigos que le creen, señalando que Maru ha lanzado una campaña de acusaciones en su contra y contra otras personas que estuvieron al frente de la operación Justicia para Chihuahua, que no fue otra cosa que un medio para enriquecerse asquerosamente junto con los de su equipo que andan huyendo de la justicia y hasta se atreve a decir que recuperó dinero desviado en la administración del exmandatario César Duarte, cuando dejó el estado peor que nadie en la historia de Chihuahua. Su mentira y engaño queda al descubierto cuando señala que Maru Campos formó parte de la nómina secreta de Duarte y fue vinculada a proceso por recibir más de 10 millones de pesos, aunque posteriormente fue exonerada, él mismo dice fue exonerada. Ahí se ve que de abogado tiene el papel que compró en Sinaloa. Exonerado quiere decir: inocente. Burro. Y se atreve a venir a Chihuahua con Claudia Sheimbaun, si ella supiera el daño. Pero no le diremos para que en Chihuahua no saquen ni un voto.