Erik Jurado

Estamos a unos meses de presenciar el cambio de la administración estatal y municipal. Cada elección representa la esperanza de mejora, y también la oportunidad perfecta para generar una nueva motivación  en la sociedad. La rotación de gobierno refresca los objetivos y configura escenarios más adecuados.

Siempre se inicia con buen ánimo y miras al cambio. Independientemente de la configuración que se de en la siguiente elección hay aspectos ineludibles para el ganador, habrá temas sociales, políticas y medio ambientales que deberán ser del interés de la siguiente administración en los diferentes niveles.

Medio ambiente. El tema del medio ambiente es muy socorrido durante las campañas pero de los menos importantes durante la gestión de las administraciones, la realidad es que es un tema prioritario para cualquiera de las administraciones en el territorio estatal. El agua, el cuidado del aire, la flora y la fauna es una obligación dado que no existen estrategias solidas que permitan fortalecer nuestros entornos naturales. En ese tenor la próxima administración deberá buscar alternativas viables a corto y largo plazo.

Salud. La pandemia evidenció las fayas sociales en muchos aspectos, pero el sector salud mostró toda su debilidad. Espacios, materiales, mano poco cualificada, son aspectos que el Estado y sus municipios deberán atender como prioridad. Buscar ampliar la cobertura y los bienes materiales, así como el personal y su preparación deberá buscarse con prontitud. La formación de especialidades y producción de tecnologías en el área médica debe ser un compromiso de quienes ocupen los espacios.

Generación de empleos y sus nuevas modalidades.  Sin duda es de primera importancia entrar en un esquema de competitividad mundial. La búsqueda de nuevos esquemas de trabajo y generación de nuevas ideas más competitivas y modernas deberá ser una tarea de alta prioridad.

Cierre de la brecha tecnológica y las telecomunicaciones.  Es una prioridad buscar mejor servicio de internet y telefonía, llegar a cada punto del Estado y procurar que cualquiera tenga acceso a el, pues estamos en un mundo completamente tecnológico y globalizado, no es ya un lujo el internet de alta velocidad sino un mecanismo de inclusión social. Sin embargo el Estado no cuenta con la tecnología suficiente para volvernos competitivos con el resto del mundo, existe mucha gente sin acceso a internet ni telefonía móvil.

Combate a la corrupción.  El combate a la corrupción de manera real, sin ser un mecanismo de control, sino una forma de verdadero gobierno debe ser uno de los ejes transversales de cualquier política pública. Mientras no exista un correcto apego a las leyes y buenas prácticas no habrá un cambio sustancial en la dinámica social, vivimos un tiempo en el que pareciera que la ley es una recomendación y que siempre habrá una forma de evadirla.

Independientemente de los tópicos que cada gobernante pueda esgrimir, estos que he mencionado aquí deberán trabajarse si es que en realidad se desea el progreso social.