Crónica:
19 de julio de 2022
Los modernos villistas de música, cerveza y pasarela.
La revolución incluyente no se entiende sin las mujeres de a caballo
Con la llegada de la cabalgata a la ciudad cientos de jinetes se fueron introduciendo a la zona urbana de Parral organizados por contingente, por municipios, ranchos o cuadras, nadie puede ir solo en este oleaje de cuacos postrevolucionarios.
“Un domingo esta errando se encontraron dos mancebos echando mano a sus fierros como queriendo pelear” … son los acordes de una banda que anuncia el arribo del contingente una camioneta jala un remolque donde viajan los músicos. No dejan de tocar, los del contingente ataviados con sus camisas oficiales, blanca con letras naranjas, exaltan su espíritu revolucionario y el de la fiesta.
Luego un corcel presuroso los alcanza, había hecho una escala en el último expendio, carga un cuadro de 24 botellas de cristal, pide que las vacíen a la hilera azul, a cambio recibe una cerveza fría, la cual se empuja “de una pedrada” casi hasta la mitad, se revitaliza y parece contagiar al animal, retroceden y se forman en el contingente que sigue la música.
Así, a paso lento, llegan hasta la puerta del tiempo, primero los menesterosos de la pasarela política. Otros personajes se pierden con el contingente, Noel Chávez el diputado, quien esta con los amigos, los de siempre, ¡los de Guadalupe y Calvo!
Mas de media hora de pasar cabalgantes y no termina, los espacios entre contingentes se van haciendo mas prolongados, nadie guía, nadie marca tiempos ni espacios, solo aparecen, como lo hace entre los caballos un pequeño carruaje tirado por un burrito, atrás un perro ovejero, ¡todos participan!
La presencia de la mujer no puede faltar, en caballos briosos, mansos o mulas, igual sus cuerpos se configuran en un solo trazo artístico donde el equino marca el ritmo de las amazonas del asfalto.
Los corceles atienden a un baile cadencioso, el jinete le sigue el paso a la bestia, lo tranquiliza porque en un abrir y cerrar de ojos sale de su hábitat de libertad de tierra suelta y hierva para pasar al duro asfalto, el ruido y el entorno hostil. En su tropel se marcan las diferencias, eventualmente resbala en su paso cuesta arriba, las herraduras no fueron diseñadas para estos avatares, pero igual es la exploración de ese nuevo mundo, el de los revolucionarios contemporáneos, la recreación del villismo que el próximo año estarán en la conmemoración del centenario de la inmolación del caudillo del norte
