Crónica de una negra noche dominical:
06 de Mayo de 2024
Grupo armado toma por asalto el hospital de Jesús
Pacientes y personal médico a la deriva, ¡la autoridad ausente!
Pánico en el hospital de Jesús; irrumpen hombres armados en busca de sobrevivientes de una familia victimada en la carretera corta; entran a cuartos de enfermos y los amedrentan, el personal médico fue amagado y desaparece, ¡ninguna autoridad responde el llamado de auxilio!
Serian las dos de la madrugada de este lunes cuando varios sujetos armados llegaron al hospital de Jesús donde se encontraban siendo atendidos los sobrevivientes del atentado perpetrado contra una familia horas antes en la salida de Parral a Chihuahua.
La descripción del horror descrita por las victimas del allanamiento supera la ficción de cualquier guion: Los delincuentes llegaron amedrentando primero al personal de guardia, enfermeros, todos entraron en pánico, los delincuentes buscaban rematar a los sobrevivientes.
En su afán homicida no escatimaron violencia, supuraban menosprecio por la vida de los demas, entraron cuarto por cuarto para ubicarlos, de los cinco integrantes de la familia, tres ya habían fallecido; el cantante norteño Kevin Hernández, su esposa Marisela Sandoval y un adolecente, hijo de esta ultima, quedaron lesionados: El hijo de ambos; un niño de cuatro años, una jovencita de 14 y la suegra del cantante quien resultó herida en las piernas, esta última pese a sus lesiones logró evadir la búsqueda de los delincuentes. Cuando se dio cuenta que iban por ella, salio del cuarto como pudo, llegó al patio del hospital y trató de saltar la barda sin conseguirlo, quedando más lesionada pero se agazapó y permaneció oculta, preservando asi la vida. Cuando se fueron los delincuentes la mujer fue rescatada y sacada del hospital ¡y de la ciudad!
Los minutos de tensión se hicieron eternos, describe una testigo que se había quedado para cuidar a su madre en recuperación, ¡hasta la noche obscura parecía cómplice de esa barbarie! El hospital fue tomado por asalto, cada quien corrió para salvarse; el personal medico se refugió donde pudo, los pacientes quedaron a la deriva, no había quien atendiera, ¡solo los homicidas! En cuestión de momentos, el edificio pasó de ser un hospital a un centro de operaciones de la delincuencia organizada, se enseñorearon, no tenían prisa por irse, entraron y salieron sin el menor problema ni pudor, nadie se opuso.
Todo estaba controlado, una unidad de la policía ministerial había sido asignada para vigilar el hospital, ¡simplemente desapareció de la escena! La dirección de seguridad pública municipal ubicada a una cuadra, a menos de 100 metros en linea recta, ¡tampoco tuvo patrullaje esa noche!
El personal medico de guardia intentó pedir ayuda llamando a a las corporaciones, ¡pero nadie contestó, los teléfonos también colapsaron en silenciosa complicidad! se dieron cuenta que estaban solos en una pequeña selva hospitalaria convertida en campo de exterminio criminal, vieron de frente la cara de la impunidad, estuvieron a merced de quienes seguían buscando infructuosamente su “objetivo”.
Fue hasta entrada la mañana, cuando la crisis había pasado y que obviamente los delincuentes ya no estaban, entonces si llegaron elementos del ejército a hacerse cargo de la vigilancia del hospital.
La ayuda llegó demasiado tarde, el allanamiento estaba consumado, aunque no remataron a nadie, la jovencita de 14 años falleció esa noche, las lesiones de bala la mantenían en terapia intensiva, cuando el personal médico regresó a sus funciones ya había muerto; ¡fue otra víctima de la violencia delincuencial y el desamparo oficial!
Ya es de mañana, salió el sol, casi termina el turno de noche, la tensión se mantiene en el nosocomio pese a que ahora si hay vigilancia. El personal médico del hospital de Jesús mantiene vigente en su mente lo ocurrido, los marcó vivir ¡la experiencia de una negra noche dominical de terror y pánico! cuando el nosocomio estuvo a merced de los delincuentes quedaron ¡aislados en medio de la mancha urbana! y conocieron la decrepita autoridad que es sorda y atrofiada, aprendieron en vida la enseñanza que a muchos les a costado la muerte: ¡están solos ante los depredadores de la jungla urbana!
